La Educación Emocional es una metodología vivencial
Desde hace mucho tiempo ya en todos los cursos que realizo hablo de que la metodología necesaria para implementar la Educación Emocional debe ser vivencial, pero… ¿qué significa esto? […]
Desde hace mucho tiempo ya en todos los cursos que realizo hablo de que la metodología necesaria para implementar la Educación Emocional debe ser vivencial, pero… ¿qué significa esto? […]
Las necesidades del ser humano son variadas y complejas, formando todo un sistema que interacciona. Abraham Maslow lo dejo reflejado en la pirámide que lleva su nombre. Lo que no aparece en la pirámide es el detector emocional de cada necesidad. Y sin embargo debajo de cada emoción hay una necesidad. La clave de la gestión en Educación Emocional es llegar a descubrir precisamente cuál es la necesidad que se encuentra debajo de cada emoción. […]
Me he encontrado en el blog de una organización cuya finalidad es la familia, la siguiente afirmación sobre la paternidad “La familia no es una democracia; es una dictadura benévola. En ella hay un gran respeto por los sentimientos de los niños y estos se comprenden, pero es necesario trazar una línea y establecer límites. La disciplina debe ser buena y consistente y debe enseñar y no castigar o avergonzar”. […]
He escrito una entrada en mi blog de Antropología Emocional sobre cómo funciona la atención que recomiendo como introducción a esta, que quiero sea mucho más práctica. Para ello comienzo por el título: estamos donde está nuestra atención, nos encontramos presentes allí donde esté nuestra atención. Donde no hay atención, no hay presencia. Esto es algo muy obvio. Si un niño está distraído en clase y lo observamos le vamos a decir: «Fulanito, vuelve aquí con todos!». Mi madre me decía: «estás en Belén con los pastores», con ello me quería decir que no estaba allí presente, que mi atención se había ido detrás de mi imaginación, en mundos despegados de la tierra. […]
Con frecuencia oigo hablar de la cultura del esfuerzo en contextos educativos y he de reconocer que siempre goza de gran predicamento y aceptación y logra el consenso de los asistentes: hay que conseguir que los alumnos pongan “esfuerzo”, actúen por “esfuerzo”. Además se palpa una cierta nostalgia: antes sí que se esforzaban los alumnos, la cultura del permisivismo los ha echado a perder. […]