3 funciones básicas de emociones y sentimientos

Carlos Castilla del Pino (Teoría de los sentimientos, Ed. Tusquets, 2000) distingue 3 funciones básicas en emociones y sentimientos. Estas son: Vinculativa Expresiva Intencional A) Vinculativa. Todas las emociones tienen esta función por la que quedamos ligados a los lugares o personas a las que se refiere la emoción. La función vinculativa actúa sencillamente por el mecanismo básico de la aceptación-rechazo. Es decir vincula positivamente o genera rechazo. De este modo todo el panorama de nuestras emociones, de lo vivido, queda teñido por esta vinculación, es decir queremos repetir la experiencia y volver al sitio o recuperar el objeto o volver a ver a la persona, y en el caso contrario no queremos ni volver ni recuperar el objeto, ni encontrarnos de nuevo con la persona. […]

Un modo de distinguir las emociones

Desde finales de los años 80 se ha encontrado una forma de clasificar las emociones siguiendo 3 dimensiones. Estas son: ¤  Intensidad (excitación) ¤  Agrado-desagrado ¤  Agresión-sumisión […]

Blay Llaudaró, Enrique: El bebé emocional La semilla del amor. Gestación, nacimiento y crianza (hasta los 2 años)

Entrada escrita por Begoña Morales López, profesora de infantil. Comentario del libro publicado por: Editorial Círculo Rojo- Educación Infantil. Febrero 2012 Enrique Blay es Diplomado en Psicología del Desarrollo/Terapeuta Psico-emocional especializado en la época primera del ser humano -gestación, nacimiento y primera infancia- bajo la perspectiva de lo que siente y necesita un bebé para su desarrollo en armonía. En su libro El bebé emocional destaca la importancia de satisfacer las necesidades de nuestros hijos, no solo las necesidades básicas, fundamentalmente a estas edades, fisiológicas, sino también y más importante aún sus necesidades emocionales, creando un ambiente familiar seguro en el que se sientan amados incondicionalmente, lo que les permitirá desarrollar su autoestima y sus propias capacidades de autogestionarse en cualquier situación que se encuentren en la vida. “Las emociones son la esencia de la vida (…) Solo podemos conocernos a nosotros mismos a través de lo que sentimos y de las emociones subyacentes” […]

Paul Ekman, «El rostro de las emociones»

Paul Ekman, El rostro de las emociones, Signos que revelan significado más allá de las palabras. Ed. RBA, Barcelona 2004. Estamos ante un libro fundamental para todo aquel que quiera trabajar las emociones y entender cuál es su función y cómo pueden reconocerse. En la historia de la investigación sobre las emociones Paul Ekman constituye un hito fundamental. Sus investigaciones sobre el reconocimiento de las emociones básicas en diferentes culturas, trabajo realizado desde 1965, ha establecido definitivamente que la expresión facial de las emociones es un rasgo intercultural, es decir, un niño de cualquier cultura es capaz de descubrirla en el rostro de cualquier otro niño perteneciente a una cultura diversa. El que sea un niño es importante, ya que a lo largo de la vida el rostro va variando debido a las diversas experiencias que vivimos, de modo que la nitidez que la expresión espontánea de las emociones se va difuminando con el paso del tiempo. […]

Noor y el miedo a los insectos

Resumen: ¿aparecen los miedos en una mente en blanco o tenemos algunos en la dotación de la especie? Aporto la experiencia con mi hija Noor. Influencias recibidas en el terreno del miedo a los insectos y reacciones que he percibido. Cuando Noor era muy pequeña, a los 12-15 meses la sacaba a pasear con frecuencia por un parque cercano a mi casa. Aún sigo haciéndolo, pero me refiero a esa época en la que acababa de aprender a andar porque nos deteníamos en los hormigueros y yo, con mi alma de amante de la naturaleza, le enseñaba que las hormigas son buenas, que se comen los restos, que no hacen daño, etc. Especialmente le enseñé que no había que matarlas y nos acercábamos a los hormigueros en plena actividad por la primavera y observábamos las hormigas, subiendo por las pajitas que les poníamos, ante el deleite de Noor. Sin embargo, pasa el tiempo y [...]