La AUTENTICIDAD en la relación docente

La autenticidad es una de las 3 actitudes que Carl Rogers establece como condiciones necesarias y suficientes para establecer una relación saludable. Las otros 2 son empatía y aceptación positiva. Se podría sintetizar como la capacidad de ser uno mismo en la relación, sin máscaras. Rogers lo expresa así: «He descubierto que cuanto más auténtico puedo ser en la relación, más útil me resulta esta última. Esto significa que tengo que tener presentes mis propios sentimientos y no ofrecer una fachada externa, adoptando una actitud distinta de la que surge del nivel más profundo o inconsciente. Ser auténtico implica también la voluntad de ser y expresar, a través de mis palabras y mi conducta, los diversos sentimientos y actitudes que existen en mí. […] Sólo mostrándome tal como soy puedo lograr que la otra persona busque con éxito su propia autenticidad». (Rogers, C., El proceso de convertirse en persona, Paidós, Barcelona, 1987, p. 41). [...]

Placer y trabajo: ¿una asociación imposible?

Kenia Navarro. Psicóloga clínica y coach emocional formada en  ISIE. http://www.alighthouse.es/ Trabajar, ¿es un deber o un placer? ¿Tienes que trabajar para ganar dinero? ¿O eres de los que eligen trabajar para ganar dinero? Aquí proponemos hacer coincidir placer y trabajo a través de un cambio de actitud, utilizando nuestra inteligencia emocional. Dicho de otra manera, un posicionamiento positivo nos facilita encontrar soluciones creativas y nos ayuda a ponernos en marcha para la acción. Además, si gestionamos adecuadamente nuestras emociones, conseguiremos acercarnos a ese estado de trabajar disfrutando o placer y trabajo juntos. Cuando no es así, cuando trabajo es sólo sacrificio y tortura, vivimos con angustia y frustración la jornada laboral y luego, tras el fin de semana o las deseadas vacaciones, la vuelta a la rutina nos pasa factura con un síndrome postvacacional o un estado deprimido. Se trata pues de conseguir que disfrutar no sea sólo privilegio de unos días. ¿Conoces [...]

El silencio (interno) para la escucha

En la escucha, si queremos atender también a las emociones, el silencio ocupa una posición destacada. El silencio es una herramienta importante en la gestión emocional y quiero destacar su importancia. Desde luego el silencio es una incisiva herramienta de comunicación. En primer lugar si estamos muy activados, tanto sea emocionalmente porque hay acontecimientos que nos están afectando o porque estamos inmersos en una dinámica de prisa, por ejemplo debido al trabajo, es casi imposible escuchar. En segundo lugar porque el procesamiento emocional es más lento que el racional, se necesita pausa para darse cuenta de qué es lo que estamos sintiendo. Por eso hacemos silencios cuando hablamos conectados con nosotros mismos, si ese silencio se interrumpe el proceso y nuestra atención se va hacia la interrupción. Es decir la otra persona necesita que no la interrumpamos cuando está elaborando sus emociones. Hay un tercer elemento: Normalmente estamos educados a intervenir, nos parece casi [...]

¿Cómo trabajar la Inteligencia Emocional con adolescentes?

Marta Bermudez. Licenciada en psicología con formación en Orientación Educativa, Inteligencia Emocional, Psicoterapias y Coaching. EMOTIVA Centro para el Cambio. www.emotivacpc.es La adolescencia es un periodo en el que el trabajo con actividades orientadas al desarrollo de la Inteligencia Emocional cobra una especial importancia debido a las características propias de la etapa, marcada por grandes cambios físicos, psíquicos y sociales. Por ello, queremos compartir con vosotros algunas actividades para poder trabajar los siguientes aspectos de la inteligencia emocional: autoconocimiento, autorregulación, automotivación, empatía y asertividad. […]

La desvalorización

La emoción es un proceso, un flujo. La emoción es un elemento dinámico de la interioridad, no se mantiene igual y el transcurso del tiempo la modifica. Es decir no es una situación estable, tiene comienzo y tiene (debería tener) final. Ese proceso está dirigido a la satisfacción de una necesidad, es decir, cuando la persona satisface la necesidad, la emoción finaliza, desaparece, dejamos de percibirla. En casi cada uno de los momentos sucesivos de ese proceso podemos interrumpirlo. Es decir, no está escrito que el proceso de una emoción llegue a su final siempre que se pone en marcha. Cuando se interrumpe lo que sucede es que la emoción no desaparece, se almacena y va a estar ahí hasta la satisfacción de la necesidad. Una necesidad del organismo vivo que haya aparecido y sea detectada por el sistema emocional no desaparece a no ser que se satisfaga. Por esto, cuando interrumpimos la emoción se almacena, el organismo la conserva porque le interesa “saber” que la necesidad no está satisfecha. […]