Resumen: se puede decir que los bebes no sienten asco Todas estas observaciones sobre la ausencia del asco en Noor coinciden esencialmente con lo que dice Paul Ekman: el asco tiene un fuerte componente cultural que se integra vía educación (por parte de las figuras significativas) y vía imitación (por parte del niñ@).

Desde luego se puede decir que los bebes no sienten asco, al menos Noor no lo ha
sentido y ha hecho todas esas cosas que ni siquiera nombramos precisamente porque dan asco: coger con toda tranquilidad el agua del váter, meter la mano en su pis del orinal, etc. Durante un tiempo le dio por recoger del suelo la caca del gato, cuando la hacía fuera de su sitio, algo a lo que el resto de mis hijos ni siquiera se acercan, y utilizaba un papel porque se lo daba yo, porque a ella el contacto con la mano le daba igual.

Ante todos estos comportamientos su madre le decía «caca» y así poco a poco los fue dejando de hacer. Yo no me he opuesto a esto, me parece que va dentro del aprendizaje habitual y en este caso tiene unas razones de higiene que lo soportan, por lo que el límite me parece más que razonable, aunque al aplicarse muchas veces fuese puro y simple asco o rechazo.

El cubo de la basura merece una mención especial porque ha despertado enormemente su curiosidad. Y no solo, un día que creo no se me olvidará, estaba yo en la cocina sentado haciendo algo distraído. Noor acababa de aprender a andar, tenía poco más del año. Se acercó al cubo de basura, lo abrió, rebuscó, encontró un largo spaghetti, lo agarró y me lo mostró desafiante con el puño en alto. A continuación salió disparada hacia la terraza, que era su salida natural. Era consciente de que estaba haciendo algo mal, o mejor, algo que a su madre y a mi no nos gustaba y lo utilizó para atraer mi atención. Si no me haces caso por las buenas, me lo harás por las malas, algo para lo que utilizó una estrategia eficaz. A mi me quedó claro que el vínculo es muy importante para ella y que el asco no estaba presente.

Todas estas observaciones sobre la ausencia del asco en Noor coinciden esencialmente con lo que dice Paul Ekman, el investigador que ha establecido de modo científico que las emociones básicas, el asco entre otras, son transculturales, se dan en todas las razas y culturas. Paul Ekman habla sobre el asco en El rostro de las emociones. Ahí afirma que el asco no se configura hasta los 4 a 8 años.

Si esto es así, algo de lo que estoy convencido, quiere decir que el asco tiene un fuerte componente cultural que se integra vía educación (por parte de las figuras significativas) y vía imitación (por parte del niñ@).