Cada vez hay más ofertas de Educación Emocional y es difícil aclararse entre todas ellas para saber si son adecuadas. Para poder orientarse en esa jungla voy a indicar 5 puntos que indican una buena Educación Emocional.
1º LAS EMOCIONES SON TODAS BUENAS.
Hay muchas corrientes que indican que las emociones son positivas o negativas. Sin embargo, esa diferenciación no es correcta. Hay emociones agradables como la alegría y la ilusión y desagradables, como el miedo y la tristeza. Pero, aunque son desagradables, tienen una función positiva para el organismo o la persona que somos. El miedo indica que hay un peligro y la tristeza que hemos padecido una pérdida.
Si que es posible que una emoción no resuelta, es decir un sentimiento, se haya quedado atascada sin encontrar su finalidad. En ese caso se puede tratar por ejemplo de una tristeza, pero que como no hemos asimilado la pérdida, se queda en nuestro cuerpo almacenada esperando que la resolvamos. Esto sería una tristeza desadaptativa. Ha nacido para ayudarnos a resolver esa perdida, pero por el motivo que sea eso no se ha logrado. La emoción se va a quedar esperando a que se solucione. Desadaptativa es por tanto una emoción antigua no resuelta.
2º TRABAJAR CON EL CON LA EXPERIENCIA CUERPO-MENTE.
Hay muchos que trabajan con la mente racional únicamente. Eso no termina de ser un trabajo emocional, sino que se queda sencillamente en racional. Es como decir, estoy enfadado y no quiero estarlo y nos damos razones para no estarlo. No suele servir de mucho, vamos a seguir enfadado. Una Educación Emocional necesita una práctica y una gestión también emocionales, que impliquen a la emoción en el proceso.
3º APRENDER CON LO QUE REALMENTE SE SIENTE.
Trabajar las emociones que realmente siente la persona. Ir a su experiencia, a lo que ha vivido, atreverse con lo real de lo que se siente. Utilizar técnicas de Role-playing, puede servir cuando se utiliza para entrar en la experiencia y el sentimiento real de la persona, como sugerencia y puerta de entrada. Nunca utilizarlo para no entrar en lo que realmente le sucede a las personas.
4º LAS EMOCIONES SON GUÍA PARA LA ACCIÓN.
En una adecuada Educación Emocional el sistema emocional, emociones y sentimientos son una fuente de información tan válida como la razón. Se utilizan razón y corazón como dos fuentes de información igualmente válidas, y desde luego se escuchan las emociones porque tienen una información íntima que nos acerca a lo que realmente sentimos y a eso que somos en el fondo. De ese modo un miedo nos habla de un peligro y tenemos que escucharlo, y un enfado de que alguien está pisando nuestro territorio y lo debemos recuperar, y una sorpresa de que hemos encontrado algo nuevo que debemos explorar.
Las emociones están conectadas con nuestras como persona, como ser social, como ser vivo. Son el modo en que detectamos las carencias en nuestra vida.
5º ACEPTAR LO QUE SIENTE LA PERSONA
Esta es una consecuencia de lo dicho hasta ahora, pero también una marca de la buena gestión emocional. No se puede ordenar sentir algo, ni decir que “no te debes sentir así”. Una buena gestión emocional se caracteriza porque acepta lo que siente la otra persona y empatiza con ella. Esa es la verdadera empatía: aceptar y permitir lo que siente el otro. Este es además el único modo de poder gestionar las emociones. Aunque no nos guste el enfado de otra persona tiene un aspecto positivo para ella que debemos aceptar y reconocer.
En realidad, esta es la marca más clara de una buena gestión emocional. La aceptación de lo que el otro siente.
Espero que te ayuden las características que indican una buena gestión emocional y por tanto que deben distinguir a la Educación Emocional real.
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