Entrada escrita por Kelly Berthany Calle Niño, docente, Perú
Dentro de la preocupación actualmente presente en cualquier parte del mundo por poder brindar una educación de calidad que permita el desarrollo pleno del estudiante, quiero aportar a la discusión sobre la autoridad un elemento que en mi opinión y experiencia es sumamente relevante: considerar cómo se desarrollan los procesos dentro del aula, sobre todo cómo es la relación profesor – alumno.
No cabe duda, que los docentes estamos invitados a realizar una constante auto-reflexión respecto a nuestra práctica pedagógica, de modo que podamos reajustarla permanentemente en función a los estilos y ritmos de aprendizaje de nuestros estudiantes, a la vez identificar los factores que propician un aprendizaje significativo, en este sentido, es pertinente preguntarnos ¿cómo es la relación con mis alumnos?, ¿estoy generando el nivel de confianza necesario para lograr el aprendizaje deseado?, en realidad abordar estos dos aspectos es fundamental, pues, está demostrado que un clima saludable en el aula es determinante en el proceso de aprendizaje.
Para la mayoría de docentes el tema de la confianza se torna complicado manejar, algunos podemos encontrarnos frente al dilema, si les doy mucha confianza seguramente se sobrepasarán y después ¿cómo reestablecer la figura de autoridad en el aula?; por ejemplo, evocando mi experiencia cuando apenas empezaba a ejercer la docencia en el nivel superior, muy jovencita por cierto, recuerdo que tenía estudiantes de mi edad y en algunas ocasiones hasta llegaron a confundirme entre ellos, cosa que me generaba cierta inseguridad, sobre todo cuando se trataba de establecer límites. Lo que sucedía entonces es que algunas veces podía parecer muy permisiva y otras en el intento desmesurado por encontrar el equilibrio, trataba de imponer la autoridad, marcando límites de un modo formal, y generando una relación cada vez más vertical y por tanto distanciando al estudiante.
Es innegable que la experiencia te brinda herramientas para manejar cada vez mejor estos casos, pero también es importante mantener la auto-reflexión, de modo que nos permita percatarnos a tiempo de la eficacia de nuestro desempeño y asumir medidas correctivas, en mi caso ya había advertido esas falencias dentro de mi práctica docente, lo que me llevó siempre a romper paradigmas, a generar oportunidades novedosas de aprendizaje e intentar nuevas estrategias que despertaran el interés de mis estudiantes para llegar al logro esperado; y al mismo tiempo mejorar la forma de relacionarme con ellos, de modo que ya no fuese preciso hacerles notar mi autoridad, sino más bien que fluya una comunicación más horizontal a partir del establecimiento de normas de convivencia con la participación de ellos incluso negociar si fuese el caso, desde luego, los resultados fueron cada vez más alentadores, tal es así que el índice de desaprobados en la materia era menor, pese a que paulatinamente se les iba poniendo mayores retos de aprendizaje, sin olvidar la competencia o las capacidades que requería desarrollar en función a la carrera profesional.
Finalmente, solo me queda reiterar lo fundamental que es mantener una relación de confianza, porque permite una comunicación fluida; además, nos permite conocer cuál es la realidad del aprendizaje que están desarrollando nuestros alumnos. Es decir, el docente debe trabajar con un ojo puesto en cómo se ha establecido la relación con los alumnos y si se ha generado el suficiente nivel de confianza. Es evidente, que en las primeras sesiones de contacto con cualquier grupo no existe esa confianza y es necesario crearla. Mi aportación va dirigida justamente a lo relevante que es crear la confianza en el grupo, pues, se constituye en una de las condiciones fundamentales del aprendizaje y por tanto una de las tareas clave del docente, pero a la vez conduciéndonos a un nuevo reto: verificar si poseemos las habilidades emocionales pertinentes o necesitamos prepararnos en ello.
Ni que decir tiene que para ello debe haber adquirido y seguir formándose para poseer las habilidades emocionales adecuadas, pero esto ya no llevaría demasiado lejos para una sola entrada.
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