Resumen: Una reunión formativa con profesores y nos planteamos los puntos clave para conseguir que un aprendizaje sea significativo, Sorpresa, los profesores plantean esas claves poniendo de protagonista al profesor, mientras que yo he puesto de protagonista a quien aprende, al alumno. Algo tan obvio como que la educación es para que los alumnos aprendan, no se por qué vericuetos se ha perdido en la práctica diaria. Mi percepción es más bien que hay confusión, mucha confusión. Llevado realmente a la práctica, sería una revolución copernicana en la educación.

 

Una reunión formativa con profesores, 16 profesores de secundaria, y les pido que en un folio escriban los puntos clave para conseguir que un aprendizaje sea significativo, que los vamos a comparar con los que yo propongo para que la formación en la que estamos sea también significativa. Sorpresa, plantean esas claves poniendo de protagonista al profesor, mientras que yo he puesto de protagonista a quien aprende, al alumno, que los profesores también lo son.

Esto no me parece algo banal, sino algo especialmente importante y clarificador. La perspectiva, el punto de vista con el que se enfoca la educación, es un punto de partida que va a decidir del resultado. Algo tan obvio como que la educación es para que los alumnos aprendan, no se por qué vericuetos se ha perdido en la práctica diaria y termina en que unos profesores interesados en mejorar su trabajo, llegar mejor a los alumnos, interesados en innovar con educación emocional en sus clases, han perdido la claridad en el punto de partida.

No es la primera vez que me sucede. He oído defender que la finalidad de un colegio eran los profesores o mantener con vida el colegio mismo. No digo tampoco que es general, y más bien, en cuanto se empieza a hablar, se clarifican las ideas. Mi percepción es más bien que hay confusión, mucha confusión, y que los profesores están más orientados a los contenidos a comunicar que al modo como sus alumnos los reciben, y desde luego tienen poca formación sobre qué hacer que su docencia sea significativa para los alumnos, como hacer para realmente centrarse en sus alumnos.

Este cambio a mi entender, llevado realmente a la práctica, sería una revolución copernicana en la educación. Este es el objetivo de la educación emocional: delante del profesor hay personas, y ese es el foco de atención del profesor.