Resumen: el coaching cumple las condiciones de la escuela. El coaching tiene dos elementos esenciales que se encuentran siempre presentes: un desarrollo de personas y un objetivo claro La escuela por su parte también tiene un objetivo, el aprendizaje de los alumnos, y un camino para llegar, un camino que implica el desarrollo personal del alumno. Cuando se aplica el coaching en educación es necesario un cambio de roles: activo del alumno, de guía del profesor. Se trata de un cambio en profundidad que debe dar el conjunto del equipo docente para poder aplicar de verdad el coaching y que este sea eficaz. Hay que elegir cuidadosamente la corriente de coaching más adecuada al centro educativo y qué profesionales van a formar a los docentes. En el ISIE desde hace ya más de 10 años llevamos desarrollando un enfoque de coaching que denominamos coaching emocional y lo hemos aplicado con éxito en la educación.
¿Cómo sería la aplicación del coaching del que hemos hablado en la entrada anterior en la escuela? Como podemos ver con facilidad, el coaching cumple las condiciones de la escuela, se ajusta como un guante a esta. El coaching tiene dos elementos esenciales que se encuentran siempre presentes: un desarrollo de personas y un objetivo claro hacia el que caminar y en cuya consecución se van a desarrollar esas capacidades.
La escuela por su parte también tiene un objetivo, dicho de un modo genérico, el aprendizaje de los alumnos, y un camino para llegar, un camino que implica el desarrollo personal del alumno. Para llegar a ese objetivo el alumno debe desarrollar una serie de capacidades personales, debe desarrollar su potencial y activar sus recursos si quiere llegar a la meta, el aprendizaje. SE comprueba que hay una coincidencia al menos en la presencia de los dos elementos esenciales del coaching, luego parece que a priori es posible aplicar el coaching en la educación.
Sin embargo, esta es la letra gorda, que indica que hablando de modo genérico escuela y coaching ajustan, incluso parecen hechos el uno para el otro. ¿Cuál es la letra pequeña? La letra pequeña se refiere al modo como se imparte la educación hoy y a cómo se entiende un proceso de coaching. En el proceso de coaching, como se entiende bien por el ejemplo del deporte, el protagonista absoluto es el alumno, el entrenador, el coach no sale al campo a correr, sale el alumno. Esto implica, cuando se aplica el coaching en educación un cambio de perspectiva en lo que voy a llamar educación tradicional, donde el protagonista es el profesor y el alumno tiene el papel de seguir al profesor, aprender lo que este enseña. Si se aplica el coaching en la educación, los roles tradicionales se invierten y el profesor pasa a ser un entrenador, alguien que vigila el rendimiento y que proporciona estrategias, y el alumno se convierte en el gestor de esos consejos, en quien debe aplicarlos según sus capacidades, desarrollando estas.
En los últimos años y en algunas corrientes pedagógicas desde hace ya tiempo, se está dando esta inversión de roles que hace variar radicalmente el rol del profesor. Evidentemente en este caso el coaching ajusta perfectamente y es una herramienta para desarrollar esta línea. Sin embargo, si esa inversión de roles, activa del alumno, de guía del profesor, no se realiza, el coaching no es útil en la enseñanza, porque no encontraría las condiciones básicas necesarias para ser aplicado.
Lo que llevamos dicho implica como bien se puede suponer un importante cambio de paradigma en el equipo docente y también una intensa formación que va en contra de algunas rutinas aprendidas y heredadas durante muchos años. Se trata de un cambio en profundidad que debe dar el conjunto del equipo docente para poder aplicar de verdad el coaching y que este sea eficaz.
También hay que elegir cuidadosamente la corriente de coaching más adecuada al centro educativo y qué profesionales con experiencia van a formar a los docentes. En el ISIE desde hace ya más de 10 años llevamos desarrollando un enfoque de coaching que denominamos coaching emocional y lo hemos aplicado con éxito en la educación, a la que nos parece se ajusta perfectamente. Pero de esto hablaré en una entrada posterior.
Quedan muchas cosas en el tintero y prometo escribir sobre coaching emocional, para ir rellenando esas lagunas, espero que esta entrada del blog sirva como aperitivo y haya puesto algunas premisas para entender en qué medida es posible aplicar el coaching en la escuela.
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