Entrada redactada por Nuria Pérez Galán, profesora de ESO.
http://www.edelvives.com/escolar/secundaria/aula360
En ocasiones el propio currículo hace difíciles las referencias emocionales en los libros de texto. En el primer ciclo de Secundaria los contenidos no están muy centrados en el ser humano, sino en la vida en general, el medio en el que ésta se desarrolla y las leyes físicas que la gobiernan. Aun así, los materiales de Edelvives procuran empezar cada unidad con alguna narración, poesía o cita (acompañadas de imágenes) que conecten con la emoción en los alumnos. Se trata de buscar en ellos la motivación y el interés por el tema que se va a trabajar. Sin embargo, aunque estas entradas son interesantes, es dudosa la conexión con los intereses de los alumnos, ya que no siempre tienen que ver con su experiencia y la realidad en la que ellos se manejan.
Los textos son expositivos y dejan poco lugar a la investigación por parte de los alumnos. Lo que sí encontramos son actividades en las que los ellos deben buscar información en Internet, interpretar imágenes o aplicar lo aprendido durante la unidad. En estas actividades el alumno se convierte en protagonista de su propio aprendizaje, ya que es él quien tiene que utilizar sus recursos para elaborar sus propias conclusiones. La puesta en común de este tipo de actividades permite el enriquecimiento entre unos y otros.
En este aspecto se echa de menos el planteamiento de trabajos en grupo o proyectos que permitan la comunicación y el trabajo en equipo. Este tipo de actividades sirven a los alumnos para asumir una responsabilidad dentro del grupo, para tomar decisiones teniendo en cuenta las opiniones de los demás, para trabajar la asertividad…
En el segundo ciclo, el temario se presta más al trabajo de las emociones, ya que la parte de Biología se centra en el ser humano y sus funciones vitales. En general, la atención directa a las emociones es inexistente. Sólo en el libro de 3º ESO, encontramos alguna referencia, como los efectos del estrés sobre las enfermedades emocionales y cómo una adecuada gestión de la alimentación, el trabajo, el ocio y las relaciones ayudan a mantener una estabilidad emocional. También se habla sobre la influencia social en la conducta.
Sin embargo, estas referencias son tan escuetas que resulta difícil evaluar cuál es el enfoque teórico en cuanto a educación emocional se refiere.
Algo que creo a destacar es que lo que sí ha cambiado de unos años a esta parte, al menos en el marco teórico, es la contextualización de las actividades. Como resultado del Proyecto PISA, empezó a cobrar especial interés que las actividades y problemas tuvieran un contexto real, de forma que los alumnos tengan que aplicar sus conocimientos a situaciones de su vida cotidiana. Esto hace que la conexión con sus vivencias sea más fácil y en ocasiones las actividades puedan dar pie a que los alumnos expresen cómo se sienten en determinadas situaciones. En el Proyecto del que estamos hablando las actividades de la unidad no responden demasiado a este modelo, incluso en la evaluación por competencias encontramos textos más bien teóricos con los que es difícil conectar con la experiencia de los alumnos.
Opinión: los libros de texto de este programa no contienen muchas referencias emocionales. Tampoco la metodología que utiliza favorece especialmente el protagonismo del alumno en el aprendizaje, el trabajo cooperativo, ni la conexión con las experiencias de los alumnos. Por ello no es un libro que facilite la incorporación de la educación emocional en el aula.
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