No quiero expresar en esta entrada una opinión general sobre un mundo que no conozco bien, es decir mi opinión se ciñe a la experiencia que relato y mi punto de vista es el de alguien que se dedica a la gestión emocional. Por tanto la opinión expresada se encuentra circunscrita a los hechos relatados.20412238_s

La experiencia se refiere al ingreso en urgencias de una persona cercana. Se trata de una persona mayor que con frecuencia se desubica y no sabe ni donde está ni en qué hora se encuentra. A esto se añade que tiene una fuerte pérdida de visión. Al ingresarle en el hospital han comenzado a hacerle pruebas, análisis de sangre, escáner, tensión arterial, etc. Como no entendía que pasaba y se mostraba reacio a obedecer y cooperar le han atado a la cama y le han dado sedantes. Explican a la familia que es el procedimiento habitual de urgencias. Cuando lleva 48 horas atado, teniendo que hacer sus necesidades en un pañal, algo a lo que no está acostumbrado, y comiendo solo a través de vena, una persona que come bien, es la familia la que advierte que su situación parece mucho peor que en el momento de entrar al hospital y habla con el médico pidiendo un cambio. Ante la presión de la familia, el médico decide un cambio que consiste en dejar que un familiar se encuentre a su lado y en desatarle las correas, que tan mal llevaba.

En lo que yo he podido observar en la atención hospitalaria hay una fuerte atención a los aspectos biológico y fisiológico, pero no se atiende lo emocional. Especialmente me sorprende que no se de importancia a que el paciente entienda que está pasando, tampoco hay intento de empatía con él, ni con la familia que puede servir de mediadora. Además el trato que da el personal sanitario es áspero, brusco, con órdenes y en mi percepción mostrando un enfado en el que parece entreverse que se encuentra ya a la defensiva.

Esta falta de atención a lo emocional, tanto del paciente, como de la familia, es mi opinión que dificulta enormemente el mismo tratamiento del paciente, y desde luego la respuesta de este. Me sorprende enormemente que a estas alturas todavía no se considere lo emocional parte necesaria de la salud de la persona. Los pacientes son personas y su parte emocional, cómo es tratado y comprender lo que le sucede, incide fuertemente en cómo responde a los tratamientos. Esta intervención hospitalaria parece haberse quedado en una mentalidad científica ya trasnochada y no haber entrado por los caminos interdisciplinares que la misma ciencia ya ha emprendido hace tiempo.

Mi impresión es que no parece que la Enfermería tenga claro que la Relación de Ayuda (que pone en el centro de la relación lo emocional) es la herramienta básica de su trabajo, el marco dentro del que se realiza toda la intervención, todo lo demás son cuidados de los pacientes que se llevan a cabo a través de ésta. No se puede realizar una técnica o un procedimiento (por básico que éste sea, como un aseo) sin entablar relación con el paciente (y familia).

En mi opinión entablar una relación de ayuda que tiene en cuenta la atención emocional al enfermo, el afecto y la suavidad de trato y el esfuerzo empático para que entienda su situación y lo que se está haciendo no es un elemento circunstancial sino esencial del tratamiento y que incide fuertemente en este. Además la atención a la familia no es para que esté tranquila y evitar problemas, sino porque la familia es un elemento relacional necesario para el enfermo. No es tranquilizar es informar porque tiene derecho, pero en mi opinión ese derecho se inscribe en que es parte clave de la situación relacional y afectiva del enfermo y la medicina tiene que aprender a utilizar esto.

Resumo, mi experiencia me lleva a pensar que todavía estamos lejos de que la medicina de urgencias, al menos la que he experimentado, valore la situación emocional. También me parece que es muy necesario un cambio en la forma de relacionarse del personal sanitario, en su modo de dirigirse a los enfermos, es imprescindible una mejora de la empatía y su percepción como elemento necesario de su trabajo. Es necesario que la enfermería y en general todo el personal sanitario entienda que la Relación de Ayuda emocional es el marco de toda su intervención y de cada acción dentro de esta.