Resumen: el tercer paso son los obstáculos, es visualizar aquello que nos impide lograr esa meta. Se trata de localizar esas barreras y ver el modo de superarlas, destinando los recursos necesarios.
Los barreras o dificultades son el 3º paso de los 5 que integran una sesión de coaching.
Se trata de anticipar y eliminar las barreras u obstáculos. Estas barreras son o barreras externas, digamos objetivas, lo que significa que están ahí para cualquier observador. Y barreras internas, como serían personal falta de organización, miedos, autoimagen débil o negativa, sentimiento de no valer, de no merecer, etc. En el trabajo real ambas se confunden, porque las barreras objetivas dependen de la valoración que hacemos de ellas. Digamos que son objetivas, pero su altura como obstáculo en nuestro camino lo ponemos nosotros.
Las preguntas poderosas con respecto a las barreras serían las siguientes:
- ¿Cómo haces para NO darte lo que necesitas?
- ¿Qué podría impedir tu éxito con esta meta?
- ¿Qué barreras prevés o conoces ya?
- ¿Qué te frena? ¿Qué necesitas superar?
- ¿Qué es lo que te falta, qué necesitarías para superar la barrera?
- ¿Qué debería ser diferente para que pudieras?
- Cada vez que encontramos la forma de superar un obstáculo (IDENTIFICAR AL MENOS TRES), preguntar: ¿qué te motivaría a continuar?
La primera pregunta es una bofetada en la cara con el estilo de la Gestalt: si no tienes algo ya es porque no has querido tenerlo hasta ahora. Si es tan importante para ti porque no estás ya en el camino para conseguirlo, aún más porque no has llegado ya al final de ese camino. La vida son elecciones, esas elecciones indican nuestros valores reales, lo que verdaderamente nos importa, lo cierto es que si ahora esa meta es importante es porque hasta ahora no lo ha sido: cuál ha sido tu elección previa que ha impedido realizar esta. Eso es lo que has hecho para no darte lo que necesitas.
Es muy importante localizar los obstáculos del camino, los hay, al menos un camino a recorrer, lo que implica al menos tiempo para recorrerlo, una cierta forma física, y algunos recursos…
La localización es básicamente emocional: aquellas cosas a las que emocionalmente le damos relieve. El coach deberá estar muy atentos a la voz de su cliente que indica que hay un obstáculo, y profundizar en la emoción que hay debajo… Habitualmente un miedo, algo que le pone en riesgo, sea del tipo que sea. Este es el punto de encuentro de barreras internas y externas.
Una vez establecidas que barreras encontramos, hay que investigar los “recursos” requeridos para sobrepasarlas: tiempo, energía, dinero, personas. Son preguntas muy concretas que el coach debe hacer a la persona.
Estamos en una etapa que brinda la oportunidad de desarrollar el potencial de la persona. En el coaching el camino es tan importante como la meta, no se trata solo de conseguir un objetivo, sino de que la persona consiga un objetivo. Lógicamente al hacerlo aprende.
La tarea del coach es ayudar a la persona a confiar en sus propias posibilidades, en su potencial a desarrollar.
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