“Usted tiene el pincel y los colores. Pinte el paraíso y entre después en él” (Nikos Kazan Takis)

Mariángeles San Millán Blanco.  Psicomotricista de la Infancia a la Vejez e Integración. Maestra Educación Infantil y Primaria. Didáctica Musical.

Me gustaría en esta entrada indicar el concepto de cuerpo que utiliza la terapia psicomotriz. Utilizando las ideas del Doctor Rodolfo Rodríguez, Psiquiatra infantil en el Hospital del Cantón en Ginebra, y Profesor de la Escuela de Psicomotricidad de Ginebra.

Para ello comienzo por diferenciar la terapia psicomotriz clásica de la que calificamos de psico-dinámica. La primera, toma en cuenta a la persona enferma psico-fisiológicamente, apoyándose en la psicología genética de J. Piaget (1966) y de H. Wallon (1956), en la psiquiatría fenomenológica, en la psicología de la forma (Gestalt Psychologie) y en todos los autores que prolongaron estas corrientes teóricas con nuevos aportes conceptuales. En este  tipo de tratamiento psicomotriz, el cuerpo es considerado como una unidad perceptivo-sensorio-emotivo-motriz y que la relación afectiva con el paciente es de suma importancia. En este tipo de trabajo, después de recibir la demanda, lo primero, es realizar una evaluación psicomotriz, determinando los síntomas o inhibiciones que presenta el paciente, y luego aplicar la respuesta terapéutica específica.

La psicoterapia psicomotriz psicomotor-dinámica, implica lo que hemos dicho para la clásica, pero agrega, los conceptos psicoanalíticos mayores, como el inconsciente, las pulsiones, la sexualidad infantil,… y sobre todo, tiene en cuenta la relación transfero-contra-transferencial entre paciente y psicoterapeuta (Sami-Ali, 1998) En este sentido, se trata de una terapia corporal como las aplicadas a los trastornos psicosomáticos de la Escuela de París.

La terapia psicomotriz psicodinámica a la que nos suscribimos, es un paso adelante, ya que no sólo tiene en cuenta el cuerpo psicofisiológico, sino también el fantasmático. El hecho de trabajar dentro de la relación transfero-contra-transferencial, exige que el profesional haga un trabajo personal de tipo dinámico para poder comprender lo que el cliente proyecta sobre él y para estar receptivo a sus reacciones contratransferenciales.

Abordar lo psicocorporal, tanto la motricidad sensorio-emotiva, la comunicación, el juego simbólico, la regulación de la distancia y el continente “yo piel”, el espacio-tiempo externo e interno, el movimiento, y lo que es realmente más delicado de conseguir, el poder “habitar el propio cuerpo” apropiarse de él como un lugar básico, seguro, que nos permita poder sentirnos a solas con nosotros mismos.

El Doctor y profesor Jacques Richard y Lina Rubio Sánchez, fundadora de la Escuela Internacional de Psicomotricidad en España, definen la psicomotricidad como, “la historia de la personalidad, a través del lenguaje no verbal y del movimiento (es decir, a través de la vía del cuerpo)” La Terapia Psicomotriz, como “el tratamiento que aborda el cuerpo mediante el movimiento. “Se actúa” con el fin de modificar un comportamiento o una conducta teniendo en cuenta la actividad psíquica y relacional.