Si se viaja en avión se oye un aviso que desde el punto de vista de las necesidades humanas, parece sorprendente: En el aviso de seguridad obligatorio en los aviones se advierte a las personas que viajen con niños pequeños que, en caso de tener que ponerse las mascarillas de oxígeno, se la pongan en primer lugar a sí mismos y solo después se preocupen de la mascarilla del niño.
A. Maslow estableció las necesidades como una pirámide que la persona va subiendo escalón a escalón. Es decir hasta que las necesidades de un nivel no están satisfechas, no se accede, no se puede acceder, al nivel siguiente.
Al establecer esos escalones de la pirámide, el inferior, es decir el primero a llenar, es de las necesidades biológicas básicas, como son: comer, beber, moverse, sexo, respirar, dormir, etc. Para Maslow el segundo nivel es el nivel de seguridad: de recursos, de patrimonio, de trabajo, de salud. El tercero es el nivel de los vínculos y la pertenencia. En una entrada anterior ya he criticado este orden, diciendo que depende de elecciones de la persona, de sus elecciones, el situar antes la seguridad o antes los vínculos (http://wp.me/p2KddV-cY ).
Si volvemos a nuestro aviso del avión, no resulta sorprendente desde el punto de vista de los comportamientos conocidos de los padres o cuidadores de niños que, en casos de peligro, buscan antes la seguridad de sus hijos que la suya propia. De esto tenemos múltiples ejemplos por todos sitios, tanto que ha obligado a las autoridades de la aviación a incluir el aviso en todos los vuelos. Sin embargo esto altera el orden de Maslow y sitúa antes las necesidades de vínculo que una necesidad tremendamente básica: respirar, que da un margen máximo de maniobra de 1 a 3-4 minutos. ¿Por qué se produce este comportamiento en el ser humano? Un comportamiento que lleva a llenar antes la necesidad básica de otro ser humano antes que la propia. Desde el punto de vista de Maslow, la necesidad de respirar otro ser es percibida como vínculo y pertenencia y no como necesidad básica.
Hay que tener en cuenta además que el cerebro funciona de un modo acorde a las afirmaciones de Maslow y cuando una necesidad básica es imperiosa el cerebro mismo bloquea el acceso a la corteza prefontal y realiza automáticamente las conductas que llevan a la consecución de las necesidades más básicas. La amígdala tiene que ver con estos comportamientos.
Volviendo a nuestro aviso, con todo lo afirmado se ve lo curioso del caso y establece que la pervivencia de la prole es una necesidad profundamente establecida en la raza humana. Y no resulta absolutamente necesario que se trate de la propia prole en sentido estricto, la que lleva los propios genes, el aviso se utiliza en forma genérica: «las personas a cargo de niños pequeños».
Tengo que añadir que ese comportamiento se hace de modo consciente, es decir, no en condiciones en que haya comenzado a desaparecer el oxígeno en tal grado que nuestro cerebro haya bloqueado cualquier otra posibilidad de acción, que no sea buscar el modo de respirar. La conducta a que se refiere el aviso se produce en condiciones en que la conciencia sigue con el control de la situación.
Dejo aquí esta nueva constatación de la importancia del vínculo y de lo fuertemente social que es la raza humana. No tengo una explicación salvo lo que acabo de indicar.
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