En todas las formaciones en Educación Emocional comienzo con unas preguntas que sirven de presentación para los asistentes. Esas preguntas no siguen la idea habitual de presentarse que, en un ambiente profesional, suele apuntar a la posición que se ocupa, en general a la tarea que se desempeña.
En Educación Emocional busco desde el primer momento un enfoque hacia quiénes somos emocionalmente. Un ejemplo puede ser:
Realmente para romper el hielo suelo ser el primero que responde a la presentación, algo que cierra posibilidades, porque los asistentes suelen seguir el patrón de mi respuesta, pero al inicio es necesario.
«Yo soy…» es una indicación para hablar que puede dar muchas posibilidades, pero que al inicio de un curso deja un camino abierto que la persona suele cerrar indicando el nombre, a veces «soy profesor», u otra respuesta.
«Lo que mejor se hacer es…», si yo he iniciado con algo personal, como por ejemplo «cuidar a mi hija pequeña Noor», entonces las respuestas varían entre lo profesional y lo personal.
«Lo que más me gusta de mi es…», pone a los asistentes en la tesitura de buscar cosas positivas de si mismos, algo a lo que por lo común no estamos acostumbrados y el embarazo que provoca es muy interesante, especialmente para quien habla, pero en general para todos.
En caso de cursos de un tema específico, por ejemplo, lenguaje corporal, la presentación se ajusta a este. Una que he utilizado es la siguiente:
El inicio, «Yo soy…», es igual, pero las otras dos preguntas son específicas y apuntan ya a lo que se va a tratar. Lo emocional es particular de cada persona, el órgano-diana también, y de ese modo el asistente comienza a tomar conciencia de su sensibilidad emocional, al darse cuenta de su ubi de resonancia más señalado.
La tercera pregunta es aparentemente cognitiva, y apunta a darse cuenta de si la persona es ya sensible al lenguaje corporal, lo ha trabajado, o no. Pero al preguntar por el gusto, apunta a la actitud hacia el lenguaje corporal y da pie a hablar del histórico de la persona sobre el lenguaje corporal.
Como último ejemplo, incluyo una presentación de un curso donde había muchas personas y hablar una a una hubiese consumido excesivo tiempo. El curso era específico sobre enfado-enojo La pregunta les lleva a plantear en contexto emocional su trabajo cotidiano.
Espero que os haya gustado y os de sugerencias para trabajar la Educación Emocional en la Escuela.
Reblogueó esto en Cuidar con Cuidado. Marina Monzóny comentado:
Interesante aportación de A. Esquivias