Llevo mucho tiempo pensando y leyendo sobre la culpa y me parece un sentimiento difícil de comprender, sin embargo me parece que he llegado a algunas conclusiones. Voy a exponerlas estando también necesitado del contraste de vuestras opiniones.
La culpa es un sentimiento de enfado con nosotros mismos por algo que hicimos en el pasado y que no nos parece adecuado a nuestra imagen personal.
Un segundo punto es que la culpa es un sentimiento secundario. En la terminología de L. Greenberg, que es la que utilizo, emoción (utilizo aquí de modo indistinto emoción y sentimiento) primaria es la que se refiere al aquí y al ahora y la que por tanto apunta a nuestra necesidad. La emoción primaria es la respuesta del sistema emocional a la necesidad del momento. La emoción secundaria es una emoción que oculta una primaria, porque esa primaria no nos parece adecuada a nuestra imagen del yo, a quienes somos nosotros mismos. La emoción secundaria apunta a nuestra identidad.
La culpa es un sentimiento actual que tapa algo sucedido en el pasado que no se adecua a nuestra imagen del yo. Desde el punto de vista emocional, ¿qué es ese “algo”? Ese algo es la vergüenza que se produjo en el momento del pasado en el que nos dimos cuenta de que no habíamos actuado bien, no de acuerdo a nuestros valores, no de acuerdo a nuestra imagen del yo. La vergüenza es un miedo a nosotros mismos por haber ido más allá de donde consideramos que podemos ir.
¿Qué tipo de emoción básica es la culpa? La culpa pertenece a la familia del enfado. En este caso concreto se trata de un enfado con nosotros mismos. Es decir hablando en terminología de emociones básicas es un enfado que tapa un miedo. Un enfado con nosotros mismos que tapa un miedo con nosotros mismos. Enfado y miedo se superponen bien porque ambos tienen un nivel energético elevado y la percepción de esa energía los confunde.
Es decir, en términos de conducta, en vez de rectificar el comportamiento pasado: afrontar la vergüenza y rehacer nuestra imagen, actuamos por enfado, como si se nos hubiese quitado esa imagen buena de nosotros mismos, como si pudiésemos, cubriendo ese hueco, recuperar nuestra imagen de persona buena. Como el hueco no se cubre, la conducta se repite y repite. Pongo un ejemplo para hacer gráfico esto: los padres separados que generan un sentimiento de culpa respecto a los hijos, seguramente porque eso ha roto la imagen de padre/madre bueno que tenían de sí mismos y se meten en una cadena de concesiones al hijo que no son por necesidades del hijo, sino porque hacer esas concesiones les parece que recupera de algún modo la imagen de padre/madre bueno.
Esto es así porque la culpa, al ser secundaria no apunta a la necesidad. A la necesidad apunta la vergüenza, y exigiría una rectificación, reconocer la mala actuación y así recomponer la imagen deteriorada. Intentar poner un parche esa imagen deteriorada sin reconocer el deterioro y arreglarlo, tal como hace la culpa, no soluciona el problema. Desde el enfado, recuperando algo, no se recompone la imagen de uno mismo.
Solo me queda explicar porque llamo traicionera a la culpa, pero me parece que resulta obvio a estas alturas de la explicación: nos lleva a acciones que no resuelven y nos mete en un bucle del que resulta difícil salir.
Termino con una pequeña aclaración, culpa como hemos visto se refiere al pasado y es un sentimiento, responsabilidad se refiere al futuro y es una actitud.
Antonio, sabias palabras..tú sabes muy bien porqué lo digo. Mi mas sincero agradecimiento por poder contar contigo. Espero verte pronto para seguir aprendiendo.