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Noor con los regalos del ratoncito Pérez

Primero aclarar que he elaborado esta entrada a lo largo del tiempo y que los elementos que indico se dan en edades bastante tempranas, al menos en Noor. Es una observación que dura hasta los 4 años.

Un elemento importante para poder forjar la identidad personal es la conciencia de poseer cosas a título personal. Necesita una cierta maduración en el niño porque implica una relación sujeto-objeto y por tanto la conciencia de ser un sujeto que puede manejar objetos y luego conservarlos para utilizarlos más adelante. Esto implica 3 elementos: (1) conciencia de ser un sujeto, (2) relación manipulativa con objetos y (3) un sentido del tiempo: de la permanencia de las cosas.

El sentido de poseer un objeto ha tenido relieve en Noor especialmente relacionado con los juguetes. En lo que yo he percibido ha considerado cosas como suyas alrededor de esa discusión sobre dejar jugar con sus juguetes. De modo específico cuando un primo de su edad se los quitaba, es decir con la conciencia de perder el dominio sobre ellos. Eso ha hecho que ella le tuviese un ojo a sus propios juguetes, y que comenzase a considerarlos suyos y a actuar disponiendo de ellos. Yo siempre he defendido que ella pueda decidir sobre las cosas que son suyas, así que, si no quiere prestar un juguete, yo no le obligo, todo lo más, algo que ha sucedido alguna vez aislada, le digo que si ella no quiere prestar sus juguetes tampoco le prestarán a ella, esto referido a su primo. Para mí es fundamental que se sienta con capacidad de decidir sobre lo que es y considera suyo.

Debo hacer una consideración más sobre el sentido de un “yo que posee” cosas. En realidad Noor no se ha manejado por la idea (abstracta) de un título (jurídico) de propiedad. Ella recibe cosas sobre todo como regalos, pero solo recientemente ha comenzado a considerar el gesto de regalarle algo como título que la hace propietaria del objeto. Desde muy temprano ella ha considerado suyo cualquier juguete, y en general objeto, que encontraba por la casa y llamaba su atención. Esta idea de “captar su atención” me parece a mí que ha sido la más determinante. Es decir ha cogido y controlado cosas que le gustan, no que son suyas por algún título. Y si no le gustan da igual el título que tenga, no les presta atención alguna.

Desde muy pequeña ha ido cogiendo cosas de la casa y las hacía propias, peluches de sus hermanos, por ejemplo, también unos caballos que pertenecían a su hermana y que la han acompañado desde muy pequeña. Con el tiempo esto le ha comenzado a procurar “disgustos” o pequeños conflictos con sus hermanos que comenzaban a reclamar sus propias pertenencias. Esto se ha producido especialmente con los teléfonos móviles, que es donde creo que ella ha aprendido que cada uno tiene sus cosas y que las tiene que pedir y usar con los límites que la persona ponga (por ejemplo contestar las llamadas cuando está utilizando el móvil de una hermana con un juego). Esto ha hecho que se haga consciente de que significa la propiedad y ya sepa que las cosas pertenecen a alguien, y aunque hay muchas que todavía para ella están en ese magma donde todo es suyo y todo se puede coger si te llama la atención, con los 4 años que tiene ahora ya prevalece la idea de que pertenecen a alguien.

Muy pronto ha distinguido cosas cogidas en casa de cosas cogidas fuera de casa, algo que al principio no distinguía. Por ejemplo hace poco encontré un paraguas de niño caído al suelo en una aglomeración y del que resultaba imposible encontrar al dueño. Noor al ver que lo cogía me insistía para que buscase al dueño, así varias veces, de modo que tuve que explicarle que no sabía cómo devolverlo. También ya entiende perfectamente en las tiendas hay que comprar las cosas para poder cogerlas.

También cuando nos acompaña a la compra semanal en el supermercado ha ido dándose cuenta de que si quiere algo específico tiene que pedirlo, que no todo puede ir al carro, como hacía cuando era muy pequeña. Ahora sabe que tiene limitadas las cosas que puede pedir y eso hace que elija y también que sepa que es suyo ese objeto que ha elegido. Esto ha sido tema de conversación muchas veces explicando: puedes coger 1 cosa para ti.

Ya, solo desde hace unos meses, ha comenzado a pedir cosas para ella. La primera cosa que ha pedido para ella la ha sacado de los anuncios de la televisión, hábiles en “captar su atención”. Se trata de un juguete que pidió para su cumpleaños de los 4 años llamado Gastón-Cabezón, que pidió infinidad de veces, aunque luego cuando lo ha tenido no le ha prestado gran atención. Ha sido determinante la idea de pedir cosas a los Reyes Magos: ha hecho lista de las cosas que quiere, aunque aún no se ha fijado en si ha recibido lo pedido, sino que está contenta si le gustan, si le interesan.

En resumen el sentido de propiedad tiene en su base un interés por el objeto y por la satisfacción que este pueda proporcionar. Si no capta el interés el objeto desaparece y se pierde en algún rincón de la casa. La idea de conservar las cosas está aún en ella expresamente ligada a este mantener el interés, todavía no le he visto que guarde algo “por si lo quiero más adelante”. Más bien le frustra mucho el decirle: te lo doy mañana, lo entiende como: “no te lo doy”. Es decir todavía el mañana (y lo objetos que lo conforman como proyecto) no ha aparecido en su mundo.