15174088_sMarta Bermudez. Licenciada en psicología con formación en Orientación Educativa, Inteligencia Emocional, Psicoterapias y Coaching.
EMOTIVA Centro para el Cambio. www.emotivacpc.es

La adolescencia es un periodo en el que el trabajo con actividades orientadas al desarrollo de la Inteligencia Emocional cobra una especial importancia debido a las características propias de la etapa, marcada por grandes cambios físicos, psíquicos y sociales. Por ello, queremos compartir con vosotros algunas actividades para poder trabajar los siguientes aspectos de la inteligencia emocional: autoconocimiento, autorregulación, automotivación, empatía y asertividad.

Autoconocimiento: En la adolescencia es donde más cambios se producen, en comparación con las otras etapas, sobre todo, cambios biológicos y de maduración a nivel emocional. En esta etapa, es cuando debemos apoyar y ayudarles a reflexionar sobre la construcción de su propia identidad, siendo el autoconocimiento una parte constitutiva de la misma, que se encuentra relacionado con aspectos del propio cuerpo, del comportamiento, de las ideas y de las relaciones sociales.  Por ello, desde el centro, se pueden incluir actividades orientadas a trabajar este aspecto, como pueden ser:

  • Actividades en las que el adolescente pueda reflexionar sobre cómo se comporta en cada contexto de su vida: con sus padres, amigos, profesores… pudiendo así esbozar rasgos que le acompañan en todos los contextos y detectar cuáles cambian.
  • Actividades donde revelen sus logros pasados, detecten qué habilidades personales les han ayudado a conseguirlos y cuáles pueden mejorar para logros futuros…

Autorregulación: En esta etapa, los jóvenes ya van adquiriendo una mayor comprensión de sus estados afectivos, y hablan, con mayor facilidad, de sus estados mentales o sentimientos a la hora de describir sus vivencias emocionales. También, son más consciente sobre los efectos que su expresión emocional tiene sobre el entorno. Aunque por las características propias del momento, la adolescencia no es un periodo en el que se puede alcanzar una total y plena autorregulación, podemos trabajar actividades que les ayuden a interiorizar las bases de la misma:

  • Darles herramientas para la regulación, como pueden ser: enseñarles estrategias de dialogo interno y/o técnicas de relajación.
  • Actividades orientadas a fomentar el pensamiento positivo, evitando analizar la realidad desde el sesgo negativo, salvando generar emociones desagradables.

Automotivación: La automotivación está muy relacionada con la confianza y la creencia de que se puede conseguir aquello que se desea.  Es por ello, que una forma de poder ayudar a los adolescentes a generar su propia automotivación, es realizando dinámicas o actividades que les ayuden a contactar con la posibilidad de éxito real que tienen sobre la realización de una tarea.

  • Proponer alguna actividad de éxito seguro, para que, más adelante, aspiren hacia metas que exijan esfuerzos superiores. La atención y el refuerzo social por parte del profesor son muy importantes para mantenerse en el camino.
  • Programar actividades en las que los alumnos pongan en marcha su toma de decisiones. La autonomía que se genera, es una buena chispa que puede ayudarles a encender su motivación.

Empatía: La empatía se relaciona de forma directa con la resolución pacífica de los conflictos. En la adolescencia podemos encontrarnos con una gran diferencia entre unos y otros adolescentes con respecto a su nivel de empatía. Por eso es bueno que podamos trabajar este aspecto. Las actividades que podemos trabajar en el aula para fomentar su desarrollo están encaminadas a:

  • Hacerles reflexionar sobre situaciones que pueden afectar tanto a su emocionalidad como al modo de pensar de los demás.
  • Trabajos en grupo donde se valore especialmente el cómo se relacionan los miembros del grupo y cómo resuelven los conflictos.

Asertividad: Lo ideal sería que, llegados a la adolescencia, los chicos ya hayan alcanzado un buen nivel de asertividad, pero no siempre es posible y por este motivo, nunca es tarde para continuar trabajando aspectos relacionados con este concepto:

  • Mediante actividades de teatro o de role-playing, poder exponer a los adolescentes a situaciones en las que tengan que usar herramientas de asertividad.
  • Utilizar material audiovisual para poder debatir sobre temas propios de la adolescencia, analizando aspectos relacionados con la asertividad y sus consecuencias.

Estas indicaciones esperamos que os sirvan como inspiración para poder crear actividades adecuadas a las características propias del grupo de adolescentes con el que trabajáis día a día.