La autoconciencia emocional 2

En la entrada anterior sobre la autoconciencia emocional he hablado sobre todo de la herramienta, la razón y el papel que desempeña, y queda pendiente de hablar del otro polo de la relación: lo emocional, nuestro contacto con las sensaciones, con la sensación sentida. Una buena autoconciencia emocional implica un buen contacto con nosotros mismos, con nuestras emociones y sensaciones en cada momento. Poner nombre a la emoción sirve evidentemente para manejar la emoción, pero sobre todo nos hace más conscientes de lo que sentimos, de qué es lo que estamos sintiendo en cada momento. Desde este punto de vista la autoconciencia emocional es el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes que implican un adecuado contacto emocional […]

La autoconciencia emocional

En el área de competencias del autoconocimiento la autoconciencia emocional es la competencia central. Se podría definir como darse cuenta de lo que estoy sintiendo, de qué me ha hecho sentir así, y qué información me está dando esa emoción. Entre los pasos necesarios para la gestión de una emoción corresponde al momento de “ponerle nombre a la emoción”. Implica un conocimiento, luego la herramienta clave es la razón, en su función más central: etiquetar la emoción. La autoconciencia emocional es por tanto el perno que une razón y emoción, y por tanto un elemento fundamental para poder gestionar las emociones como seres humanos. […]