Resumen: El empoderamiento es el poder de la persona que habla desde el centro que es ella misma. Sin empoderamiento se pierde el centro personal como sujeto (no existe otro centro posible para la persona) y con ello el contacto con la propia sensibilidad: sensaciones, emociones y sentimientos. El proceso de coaching emocional se podría definir en términos de empoderamiento tanto con adultos, como el coaching con niños y adolescentes.
El empoderamiento significa hablar desde el yo quiero, también desde lo que me gusta, lo que significa tanto como manifestar que se posee la propia vida. Habla desde la propia vida confiere mucho poder a la persona. El proceso de coaching emocional se podría definir como un proceso de empoderamiento. Este es el prisma que quiero utilizar en esta entrada.
De vez en cuando nos encontramos personas que hablan desde un descentramiento del sujeto, hablan básicamente desde otros y su lenguaje suena como una renuncia al propio poder como sujetos: hablar desde fuera del sujeto que somos. Son personas cuyo lenguaje denota poca atención a sí mismos, ya que la atención está puesta en lo que necesitan los demás, y por ello suenan como que se encuentran a merced de los demás. En el plano de la acción, de la conducta, son personas que no encuentran un rato para dedicar a pequeñas acciones para su propio disfrute: ir al gimnasio, ir a una actividad que les gusta, a cuidarse, siempre están en cosas que llenan necesidades de los demás, siempre se encuentran dispuestos ayudar y están disponibles para servir a los demás.
Estas personas suelen tener una lista de deberías: actúan desde lo que deben hacer, no desde lo quiero y menos desde me gusta. Esto les lleva a ir progresivamente adquiriendo la sensación de no tener una vida propia, de que la propia vida les está pasando por delante utilizada en servicio de otros.
Esto a no ser que se encuentren muy desensibilizados por una larga educación en esos deberías. Esta desensibilización es más común en mujeres, cuya educación tradicionalmente conllevaba una desensibilización del enfado y por tanto pueden encontrar muchas dificultades para expresarlo, incluso para detectarlo.
Así se configura una dependencia emocional de los demás que puede llegar a expresar que se encuentran a gusto con cómo están, que no expresan malestar.
Las habilidades o metas parciales que hay que conseguir en el proceso de coaching son la asertividad, la capacidad de expresar los propios límites con naturalidad, superar el miedo a no ser capaz, la dificultad para expresarse en términos de yo necesito, el autoconocimiento para escucharse a sí mismo.
El objetivo final es tomar conciencia de sí mismo y expresarlo al entorno. Recomponerse como persona, como una persona empoderada, como un sujeto con su propio poder.
Empoderarse sería por tanto hablar desde el propio cuerpo, desde las propias necesidades y relaciones, de modo que la persona sepa hacerse cargo de las propias sensaciones, emociones y sentimientos y en último término de la propia vida y así poder ser libre.
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