Marta Bermudez. Licenciada en psicología con formación en Orientación Educativa, Inteligencia Emocional, Psicoterapias y Coaching. EMOTIVA Centro para el Cambio. www.emotivacpc.es

Todo el mundo ha oído hablar del Coaching como herramienta que facilita alcanzar los objetivos propuestos. Yo quiero hablaros hoy del Coaching como herramienta potenciadora para el rendimiento, concretamente para el rendimiento escolar-académico, ya sea dirigido a estudiantes satisfechos pero que desean aumentarlo, como a aquellos que sus notas o circunstancias no reflejan sus capacidades.

coaching escolar

La finalidad del Coaching consiste en que, mediante el diálogo de preguntas y respuestas, casa persona se haga consciente y responsable de sus quehaceres. Al tratarse de un diálogo, es un proceso requiere de ciertas habilidades del pensamiento y del razonamiento por lo que es aconsejable utilizarlo a partir de edades en las que estas habilidades están desarrolladas y, en nuestro caso, al tratarse de jóvenes, adaptar las preguntas al nivel evolutivo de cada niño.

Aunque para realizar procesos de Coaching es necesario tener una formación específica de calidad, queremos daros unas pinceladas sobre cómo  se realiza un proceso de Coaching aplicado al rendimiento de los alumnos. Al usar las herramientas del Coaching se busca que el propio alumno se marque objetivos para avanzar hacia la meta que se ha propuesto. Para ello existen ciertas “reglas” que marcan la eficacia del resultado,  como es el modelo GROW.

Los fundamentos del Coaching se dirigen hacia unos objetivos realistas, los niños necesitan proponerse objetivos medibles y concretos,  motivándose para el cambio y generando acciones hacia ello. Es por ello que el modelo GROW proporciona las pautas apropiadas para ayudar a que los chicos mejoren su rendimiento.

Las fases de este modelo encaminan a la concreción del objetivo y a esbozar actuaciones que finalmente permitan que llegar a él. A continuación queremos compartir con vosotros las fases de dicho modelo y un ejemplo de cada una, basado en nuestra experiencia diaria.

  • Fase GOAL (Meta) El chico debe concretar al máximo su objetivo, es necesario ayudare a especificar al máximo: ¿Cuáles son sus Objetivos?, ¿Qué quieres?, ¿Cuándo quieres conseguirlo?, ¿Es realista eso que te propones?… Por ejemplo, el alumno acaba respondiendo que lo que él quiere es aprobar todas, con la nota mínima de 6, menos inglés, en la segunda Evaluación.
  • Fase REALITY (Realidad) Consiste en formular preguntas que le ayuden a visualizar claramente su situación real. ¿Cuál es la Realidad?, ¿Qué te separa hoy de tu objetivo? En nuestro ejemplo el niño se da cuenta que con su realidad, de estudiar solamente los fines de semana no va a poder alcanzar su objetivo, necesita cambiar algo.
  • Fase OPTIONS (Posibilidades) Esta fase sirve para identificar las posibilidades y alternativas de acción para llegar donde se quiere. ¿Qué opciones tienes?, ¿Qué puedes hacer para estar más cerca de tu meta?, ¿Qué harías si estuvieras seguro del éxito? Por ejemplo: Si tuvieras un amigo en la misma situación… ¿Cómo le ayudarías? El niño responde que le diría que lo mejor que puede hacer es estudiar todos los días parte de las asignaturas y ponerse una prueba cada fin de semana para evaluarse.
  • Fase WILL (Acción) Es la parte más importante, concretar qué acciones se van a tomar para rematar lo anteriormente citado.  ¿Qué acciones se llevarán a cabo? ¿Cuándo vas a empezar? ¿Qué apoyos necesitas?… Aquí el alumno concreta al máximo su camino para llegar donde quiere.

Es importante remarcar que la clave de un proceso de Coaching exitoso es que sea el propio joven el que se marca su objetivo, analiza su realidad y establece sus acciones, sin ningún juicio. La motivación intrínseca es el motor necesario para recorrer el camino que deseamos, nuestra labor es ayudarles a que lo encuentren.

En nuestro día a día utilizamos las herramientas del Coaching con niños y adolescentes y los beneficios que observamos van desde el desarrollo de la flexibilidad, para manejarse bien en situaciones de cambio, así como el aumento y desarrollo de sus capacidades emocionales.

Hoy en día, además,  podemos beneficiarnos de la novedad del Coaching, ya que es un proceso distinto y por lo tanto los niños lo viven así, como novedoso, y el efecto sorpresa beneficia el propio proceso, por la curiosidad que genera.

Por último, quería compartir con vosotros que invertir en Coaching, es decir, formarse y dedicar un espacio para usar sus herramientas, aporta grandes beneficios, tanto para el que lo realiza como para el que lo recibe. Cuando uno se forma empieza a vivir en uno mismo esa metodología y optimiza su rendimiento, por lo que el niño que observar también puede modelar esa forma de afrontar la realidad.

La falta de motivación siempre es el germen de un déficit en el rendimiento, por eso es bueno atajarlo desde la raíz, utilizando herramientas que llamen a la motivación como mecanismo de cambio.