Resumen: La Música nos hace sentir seres únicos, nos hace creer en nosotros mismos. Música y coaching emocional de la mano en la experiencia de una coach artista musical.
(Esta entrada ha sido elaborada, con mis pequeñas aportaciones, por Noemí Carrión, músico y coaching emocional, que estudió en ISIE. Noemí desde que comenzó a practicar coaching utiliza la música como la herramienta central del coaching que practica. Aquí nos explica su experiencia).
Emociones y música: ¿Son dos cosas distintas? La música me lleva a sentir emociones… o ¿tal vez son las emociones las que me llevan a sentir la música?
Lo que está claro es que la Música está íntimamente ligada al mundo de las emociones; nos lleva a una conexión con nuestro lado más profundo, con nuestro lado más espiritual. Con la música las emociones fluyen y nos llevan a una comprensión del ser humano de una manera natural y espontánea. La Buena Música atraviesa todas las barreras conscientes pudiendo llegar a tocar nuestra propia esencia. Música, Emociones y Trascendencia hablan en un mismo idioma.
El ser humano es un ser musical. Ya desde antes del nacimiento, de alguna manera, está predispuesto a ser sensible al estímulo sonoro. La música le lleva a la expresión, a la conexión consigo mismo. La música entra por el oído y va directamente al corazón.
La Música es una fuente de riqueza y desarrollo personal, constituye una vía de conocimiento, de revelación, reclama adhesión interior. Puede extraer lo mejor de un ser humano y facilita la comunicación, de hecho, el lenguaje de la Música es el más universal, entendido por todas las culturas (no se necesita conocer un idioma común para interrelacionarte musicalmente con alguien). Es incluso capaz de dar respuesta a nuestras inquietudes.
Así pues, llegué a la conclusión de que el Coaching Emocional y la Música eran dos aliados, un complemento el uno del otro. Desde entonces, como músico y coach emocional, acerco a los artistas al Coaching Emocional; y a los clientes de coaching, que no son artistas (profesionalmente hablando, porque todo el mundo es artista), les acerco a la Música.
En el caso de los artistas, trabajo con ellos en su desarrollo artístico y, gracias al Coaching Emocional, también en su desarrollo emocional tan vinculado a la expresión artística. El artista llega a ser más consciente de sus posibilidades, de su talento, conociéndose a sí mismo a niveles emocionales más profundos, gana autoconfianza potenciándose interiormente.
El músico es un ser que necesita desarrollar su creatividad y su capacidad de comunicar lo que siente a través de la Música, y el Coaching Emocional es una vía formidable para conseguirlo. Las emociones afectan directamente a la forma de interpretar la música, gracias a ellas podemos transmitir, sentir y “hacer música”. Cuando, por motivos cotidianos, el equilibrio emocional se rompe aparecen los típicos problemas como el miedo escénico, bloqueos, frustraciones, falta de confianza… He comprobado que con el Coaching Emocional se pueden resolver todos esos problemas tan comunes en los artistas.
En el caso de personas que no se dedican profesionalmente a la música, el trabajo de coaching lo complemento con herramientas musicales diseñadas para fomentar la conexión con las emociones y favorecer la expresión. Realmente la música permite abrir puertas que, de otra manera, resultaría infinitamente más complejo su desbloqueo.
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