Teresa Escudero Ozores. Médico Pediatra, Doula y coach emocional. http://nacerlactaramar.blogspot.com/

Quiero dedicar este artículo a todos esos hombres que ya han transitado por éste camino, y muy especialmente a los autores del libro “Una nueva paternidad”. Gracias, hombres, por vuestros testimonios. Recomiendo encarecidamente éste libro a todo papá que quiera ser partícipe de la crianza de su hijo (http://psicologiaceibe.blogspot.com.es/p/libro-una-nueva-paternidad.html)

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Sabemos que la lactancia materna es lo mejor para el niño y para su madre… pero a veces puede resultar difícil. Tanto si surgen dificultades como si la lactancia se desarrolla sin problemas, la participación del padre es decisiva para que la madre se sienta segura, acompañada y apoyada en su decisión de dar de mamar a su hijo.

El papel del padre en la lactancia comienza durante el embarazo. Acompañar a la madre a las clases de preparación al parto, a las visitas puerperales, a las charlas sobre lactancia y crianza, puede dar al padre una perspectiva de lo que se puede esperar cuando llega un bebé a casa. Comprender los cambios que se van a producir en la dinámica familiar cuando el bebé nazca, saber lo importante que es el piel con piel sobre todo en las primeras horas de vida del niño, buscar un hospital respetuoso o plantear un parto en casa… Todo esto va a ayudar al futuro papá a encontrar su sitio durante el puerperio, y a saber que, una vez que nace el bebé, tiene que estar preparado para toda una serie de nuevas exigencias.

Papel en el parto: En el parto, el papá puede acompañar a la mamá, protegerla de intervenciones innecesarias y negociar con el equipo médico cómo recibir a su bebé. Apoyar emocionalmente a la madre durante la dilatación es un proceso difícil para el padre, ya que la madre puede sufrir por el dolor, y ver sufrir a alguien que queremos nunca es plato de gusto. Acompañar ese sufrimiento desde el cariño, el respeto a las decisiones de la madre, siendo parte activa del proceso puede ser una de las experiencias más transformadoras para un hombre (¡¡y esto me lo han dicho los padres!!).

Papel en el puerperio inmediato: En las primeras horas tras el parto, lo ideal es que el niño esté piel con piel con la madre, que se enganche al pecho y que pase el menor tiempo posible en cunitas, nidos, etc, etc. El papel del padre es acompañar a la madre y sustituirla en el piel con piel cuando ella no esté disponible (complicaciones durante el alumbramiento, cuando va al baño, cuando necesita descansar sin preocuparse de que tiene a su niño a su lado…). Cuando hay otros niños muchas veces el papel del padre será acompañar a los niños mayores y explicarles que su mamá volverá con un nuevo hermanito o hermanita. Es importantísimo el papel del padre como defensor de la madre en las primeras horas tras el parto. Defenderla de las visitas inoportunas, de los comentarios poco afortunados (“uy, si llora tanto igual no tienes leche”), de intervenciones innecesarias e incómodas… El papel de defensor será una constante también en el puerperio tardío, y ante cualquier dificultad que pueda surgir en la lactancia o la crianza.

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Papel en el puerperio: Podemos decir que el puerperio “físico” dura unos 40 días, que es lo que tarda el cuerpo de la mujer en recuperar “más o menos” su fisiología previa al embarazo. Pero yo considero que el puerperio es mucho más. Para mí el puerperio es el tiempo en el que se producen la mayor cantidad de cambios, físicos, emocionales e incluso espirituales que una persona puede tener a lo largo de su vida… Al fin y al cabo todos esos cambios, donde antes había una pareja, van a dar lugar a la formación de una familia.

Durante mucho tiempo se pensó que los cambios en el cerebro que se producen en el puerperio eran exclusivos de la madre, pero ahora sabemos que también se producen en el padre. Durante el puerperio, la madre está especialmente  vulnerable a todo lo que pueda escuchar, y a todo lo que le pueda pasar a su hijo. Toda su atención, de manera fisiológica, se encuentra centrada en la cría. Lo mismo ocurre en todas las especies mamíferas. Muchas veces, ante esta situación, el padre puede sentirse desplazado, e incluso celoso de las atenciones que presta su mujer al bebé. Saber que éste cambio es natural, y que nosotros también podremos vincularnos con el bebé más adelante, puede ayudarnos a sobrellevar estos sentimientos. La madre necesita más que nunca a su pareja. Necesita su apoyo emocional, necesita ser abrazada, contenida, acariciada. Necesita que su pareja le diga lo guapa que está, lo buena madre que es, y lo orgullosos que nos sentimos de su elección de amamantar. Necesita que limpiemos el polvo, hagamos la cama, limpiemos el baño y hagamos la comida. Necesita que solucionemos los papeles del niño. Necesita que atendamos nosotros a las visitas… e incluso que las echemos (con educación) muchas veces. Necesita que le acerquemos agua y comida mientras está dando de mamar. Necesita que, simplemente, estemos a su lado cuando llora y ríe, y vuelve a llorar sin saber por qué.

Pues eso: La madre nos necesita. Necesita que seamos adultos y capaces de priorizar las necesidades del niño y de la madre por encima de las nuestras. Necesita un apoyo incondicional a sus decisiones sobre la lactancia y la crianza. ¡Un padre tiene muchísimas cosas que hacer en la lactancia! Os dejo enlaces a los artículos que he utilizado para inspirarme al realizar éste. Espero que os sean de utilidad y os den ideas para participar más plenamente de la lactancia y la crianza de vuestros hijos.

http://albalactanciamaterna.org/lactancia/tema-7-lactancia-familia-y-sociedad/el-papel-del-padre-en-la-lactacia/

http://www.durga.org.es/webdelparto/lactancia_padres.htm

http://www.ihan.es/cd/documentos/Padre_y_lactancia.pdf