Resumen: El sexo es un inhibidor del asco. El asco es una emoción que pone límites. Es universal en la raza humana que den asco los productos corporales en general, tanto fluidos: sudor, saliva, sangre, orina y, por supuesto, también los sexuales, como sólidos: mocos y heces. Estas “prohibiciones” emocionales quedan inhibidas en el interior de la familia. En la relación sexual se contacta precisamente con todos esos elementos que de modo universal producen asco. Es más pasan a formar parte de la atracción sexual. El vocabulario popular y común alrededor del sexo tiene que ver también con el asco

El sexo es un inhibidor del asco. La emoción del asco queda inhibida por la sensación bebe_vomitandodel sexo. Esta es mi constatación que me parece puede servir para el trabajo con las emociones.

Voy a explicarme. El asco es una emoción que pone límites, limites insalvables: lo que nos da asco queda fuera de lo experimentable, es lo que no hay que tocar o con las personas que no hay que contactar: el rechazo es otra emoción de la familia del asco.

Voy a bajar a lo concreto poniendo ejemplos. Así es universal en la raza humana que den asco los productos corporales en general, tanto fluidos: sudor, saliva, sangre, orina y, por supuesto, también los sexuales, como sólidos: mocos y heces. Si alguien escupe en un vaso, ya no lo bebemos. Evidentemente hay una conexión con elementos higiénicos. Algo que debe constituir la justificación a nivel biológico de la respuesta emocional del asco.

Sin embargo estas “prohibiciones” emocionales quedan inhibidas en el interior de la familia: pareja y sus retoños. Inhibición que parte de la pareja. La relación sexual entre ellos inhibe el asco y eso se extiende a sus retoños. Son ellos los que no sienten asco, o lo superan, en relación con sus hijos. Así quitan pises, limpian cacas, heridas, contactan con la saliva sin dificultades. Los hijos entran como sujetos pasivos y con algo de dificultad como activos.

Esta inhibición constituye a la familia en una unidad a nivel biológico, porque la higiene es común. A nivel emocional el asco constituye la barrera que resulta inhibida en el interior. Esto como se puede comprender proporciona también una ventaja evolutiva a la cohesión de la familia. La familia queda muy bien definida por los límites del asco, que dejan de ser personales para pertenecer al grupo.

Es el sexo el que inhibe el asco. En la relación sexual se contacta precisamente con todos esos elementos que de modo universal producen asco. Es más pasan a formar parte de la atracción sexual. El sexo revierte el asco en atracción. La saliva es elemento importante de la relación, y por supuesto la relación se focaliza en los órganos sexuales, que son también los órganos de defecación y eliminación. Es decir reúnen las dos funciones: ser el foco del asco y del sexo.

De algún modo por eso el vocabulario popular y común alrededor del sexo tiene que ver también con el asco. Es común el: «eres un guarro o una guarra», aludiendo en directo a esto elementos del asco. Claro que la expresión tiene el doble valor de constituir rechazo o atracción: «soy tu guarrilla». Es evidente que este lenguaje tiene una fuerte dosis de atracción. El rechazo convertido en atracción, el asco inhibido. «El rechazo o asco no es una forma de renuncia al objeto, sino una fuerte vinculación con él» (Castilla del Pino, Teoría de los sentimientos).

careto de ascoTambién resulta una constatación de que todos los temas sexuales generan rechazo, fuertes rechazos sociales, que poseen una gran carga emocional y que en su expresión a veces también se pretende fundamentar en motivos higiénicos y de salud (transmisión de enfermedades). Este fenómeno contribuiría también en la misma línea cohesión de la familia, en este caso a través de buscar limitar la sexualidad en su interior. Algo que no está escrito que consiga.

Quedan elementos que explicitar, esto es solo un apunte para plantear una hipótesis, que ya ha sido estudiada y que puede dar lugar a una mejor comprensión de las emociones básicas y su función en nuestra vida cotidiana.